domingo, 27 de marzo de 2011

Dana

Dana Katherine Scully nace un 23 de Febrero de 1964, siendo la tercera de cuatro hermanos. Su padre, William, era capitán de la US Navymotivo por el cual su infancia y adolescencia discurren en residencias de las diferentes bases de la Marina.
De todos sus hermanos la favorita de Dana es siempre Melissa, la hermana mayor, algo alocada, mientras que el primogénito William era para su gusto demasiado protector, e incluso severo para ser un hermano; a su vez Charles, el menor de la familia es algo peculiar, de tal modo que apenas tiene apego con el resto del clan.
Su madre, Margaret, es la figura especialmente sufrida y abnegada, sin reparar en tiempo y protección a todo la prole, y de una fortaleza fuera de lo común.


Pero Dana sentía especial veneración y admiración por su padre, que tenía en ella su ojito derecho. Así, la llamaba cariñosamente Starbuck y la jovencita se cuadraba y le respondía (haciendo un saludo militar) Ahab; y es que ambos compartían afición común por Moby-Dick, y adoran igualmente la misma canción Beyond the sea, en la deliciosa versión de Bobby Darin.

Como hemos referido, la infancia y adolescencia de Dana discurre por diferentes bases de la Armada, y pese a esos vaivenes, fue una alumna especialmente brillante, sin dar apenas disgustos a su padres, al contrario de Melissa, que era auténticamente ingobernable, incluso para la estricta disciplina del capitán Scully.

Tras graduarse de forma notabilísima en la High School, Dana ingresa en Berkley, donde se diploma en Física, y no contenta con ello se traslada a Maryland, donde empieza a estudiar la carrera de Medicina.
Son esos unos años fascinantes para la joven Scully, donde pasa de contactar con grupos anti-nucleares a entablar relación con un profesor quince años mayor que ella. Es en esos días cuando sufre una crisis de fe. Dana había sido educada en el catolicismo, pero pese a ese alejamiento, no se separa nunca de un pequeño crucifijo de oro, que le regaló su padre, y sin saber muy bien porqué, cuando pasa cerca de una iglesia, no puede evitar entrar, y permanecer unos minutos, no sabe sin pensando, reflexionando, o simplemente orando...

Compatibilizando sus estudios de medicina, publica su tesis doctoral en Física, que tiene y alcanza una enorme repercusión en el mundo académico; La Paradoja de los Gemelos de Einstein: Una Nueva Interpretación; que hará especialmente feliz y orgulloso a su padre, que seguía entusiasmado los progresos de su venerada hija.

En 1988 finaliza cum laude la carrera de Medicina, y a los pocos días, toma la decisión más importante y trascendente de su vida: Se presenta a las pruebas de acceso al FBI, y dado su currículum y capacidad, no tiene el menor problema en superarlas y en la primavera de 1990 termina su formación como Agente Especial Federal.

Aquella decisión provoca un enorme disgusto en su padre, y la relación tan intensa que mantenían se ve seriamente dañada; de hecho ya nada volverá a ser igual entre padre e hija; el capitán Scully, ya en la reserva, pensaba que su adorada Starbuck había arrojado una prometedora y brillante carrera científica por la borda, para embarcarse en una alocada aventura, que ni tan siquiera ostentaba el sello aristocrático de la Armada...

El FBI observa en Scully una excelente instructura, y durante más de un año su actividad se centra en la Academia de Quantico, donde imparte clases de anatomía forense, e incluso se le ve como una candidata a ser en poco tiempo una de las máximas responsables del Centro de Formación.

Pero en Marzo de 1992, Dana Scully es convocada para el viernes 6 a una reunión de alto nivel en el Edificio Edgard Hoover, sede central del FBI en Washinton D.C.
Esa mañana, a las 8 a.m., Dana entra con paso seguro al  impresionante y señorial inmueble, y se presenta en la recepción:

-Agente Dana Scully.

Se dirige sonriente, tranquila, portando su bolso al hombro y un portafolios en la mano izquierda, al despacho del Jefe de Sección Scott Blevins, y con naturalidad toca la puerta con los nudillos. 

En el despacho la espera Blevins, acompañado nada menos que de Joseph McGrath, otro Jefe de Sección, lo que la sorprende ligeramente ("¿Dos Jefes de Sección?") se pregunta sin llegar a la inquietud. Inquietud que si la atenaza de forma especial, cuando observa que el tercer componente que la espera es un oscuro y torvo personaje, que mira a la ventana fumando un cigarrillo Morley.

- Gracias por venir tan puntual, agente Scully,    
  siéntese. Veo que lleva dos años con nosotros; ¿Por 
  qué ingresó en el FBI?, usted estudió medicina, -le  
  indica Blevins.
- Me captaron en la Facultad, señor -asiente Scully-, 
  pensé que el FBI podía ser el lugar idóneo para 
  promocionarme profesionalmente.
- ¿Ha oido hablar de un agente llamado Fox Mulder?,
  -interviene el otro jefe, McGrath.
- Sí, lo conozco por su reputación; se licenció en    
  Psicología en Oxford, se especializó en asesinos en  
  serie, y un informe suyo fue determinante para 
  capturar a Monte Props. Se le considera el mejor 
  analista en la sección de crímenes violentos. Tenía 
  un apodo en la Academia, Mulder el Siniestro. -Al  
  decir  esa palabras Dana esboza una leve sonrisa, 
  pero no puede evitar que se le hiele, al sostener la 
  mirada de aquel oscuro y torvo personaje, que había 
  encendido otro Morley.
- También le diré, que el agente Mulder ha 
  desarrollado un enorme interés por un proyecto que 
  se aleja de la línea habitual de trabajo del FBI
  ¿Conoce usted los llamados Expedientes X? -le 
  pregunta esta vez Blevins.

- Al parecer están relacionados con fenómenos  paranormales -responde Dana.
- Más o menos, -sentenció Blevins-. Está usted aquí,  agente Scully, porque queremos que ayude al  
agente Mulder con los Expedientes. Redactará un informe sobre su actividad y observaciones, y especialmente sobre la validez de su trabajo.
- Ah, ¿Pretenden echar por tierra la investigación de 
  los Expedientes X, señor?
- Queremos que se responsabilice del análisis 
  científico; se pondrá en contacto con el agente 
  Mulder... y esperamos recibir pronto su 
  informe. -concluyó de ese modo la reunión Scott Blevins.

Dana abandona el despacho, pensando en el extraño cometido que se le había asignado. Más  se sorprende cuando tras preguntar por el Departamento de Fox Mulder, tiene que bajar a los archivos, y aún más para dar con un sótano, que es en realidad el despacho de su nuevo compañero.
Toca de nuevo la puerta, con ese toque musical, que siempre le gusta utilizar. 
- ¡Lo siento!, sólo se permite la entrada a los más buscados por el FBI, -la recibe de forma cómica el responsable de ese peculiar negociado.

Al entrar Dana, se encuentra lo que efectivamente es un sótano, sin ventanas ni aire acondicionado, con las paredes decoradas con fotografías de referencias paranormales, y un póster con un enorme platillo volante sobrevolando una foresta, y de leyenda la frase I want to believe. Sentado, estudiando unas diapositivas, está el agente Mulder.

- Agente Mulder, soy Dana Scully, me han enviado 
  aquí, -le tiende la mano y le ofrece su mejor sonrisa.
- Oh, es agradable que me envíen una ayuda de 
  repente, ¿en que lío se ha metido para que la envíen 
  aquí, Scully?
- Lo cierto es que me interesa el trabajo que realiza, 
  he oído hablar mucho de usted.
- ¿Ah, si? -responde de forma socarrona Fox-, tenía la 
  impresión de que la habían enviado aquí para  
  espiarme.
- Si tiene alguna duda sobre mi cualificación o mis 
  credenciales... -se pone a la defensiva Dana.
- Es usted médico, -la interrumpe Mulder- ha dado 
  clases en la Academia, también  tiene conocimientos 
  de física, -y mientras habla busca unos papeles que 
  tiene sobre la mesa- "La Paradoja de Einstein: Una 
  Nueva Interpretación". Dana Scully, tesis doctoral. 
  No es una mala acreditación reescribir a Einstein...
- ¿Se ha tomado la molestia en leerla? -le pregunta 
  Dana, más divertida que molesta.
-Oh, sí, y me gustó; lo que pasa es que en mi trabajo 
 rara vez se pueden aplicar las leyes de la física...

A continuación Mulder proyecta las diapositivas, en las que se ven jóvenes fallecidos en extrañas circunstancias; todos tienen en común unas extrañas marcas en la espalda.

- Quizás usted pueda explicarme porque el FBI 
  cataloga estos casos como inexplicables y los 
  archiva...¿Cree usted que estamos siendo visitados 
  por alguna forma de vida extraterrestre? -inquiere    
  Fox a Scully, de forma teatral-.
- Tendría que decirle, logicamente, que no, dadas las 
  enormes distancias que habría que atravesar en el 
  espacio, la energía necesaria sería excesiva para la 
  capacidad de una nave...
- Teorías convencionales. Cuando la ciencia 
  convencional no nos ofrece respuestas, ¿no 
  podemos  buscar en lo paranormal una respuesta 
  posible?.

Termina ese primer encuentro, emplazándose para el día siguiente, donde tomaran el vuelo de la mañana rumbo a Oregón, para investigar ese caso de los jóvenes asesinados y con extrañas marcas.
Dana se despide de su compañero, y la sonrisa que le ofrece esta vez es aún más noble, limpia y franca que la de hace una hora.

Ante Dana se presenta un asombroso camino, una nueva vida inimaginable y portentosa. Ella sí que va a ver cosas que nosotros ni soñaríamos. Se enfrentará a oscuras fuerzas, elementos desconcertantes, y seguirá el hilo de Ariadna mejor que Ariadna, para descubrir la mayor y escalofriante Conspiración, aquella que pretende entregar nuestra raza y nuestro Planeta a extraños alienígenas grises en el año 2012.

Pero también descubrirá en ese compañero la lealtad, el respeto, el afecto, y el amor con mayúsculas, como nunca habría imaginado.
Y ese compañero encontrará en ella su punto de equilibrio, su ancla, el soporte que mantendrá intacto en él ese frágil hilo de la cordura; y también descubrirá en ella la lealtad, el respeto, el afecto y el amor con mayúsculas como nunca habría imaginado.
Porque yo no sé cuantas, cuantas veces desde ese día se salvarán la vida mutuamente, Fox a Dana y Scully a Mulder.

Y tengo la sospecha, o la certeza aún mejor, que al igual que a Fox Mulder, mi propia vida ha sido salvada,  más de una vez y también desde ese día, por Dana...




16 comentarios:

miquel zueras dijo...

Felicidades por la descripción de Scully, un personaje que siempre me había parecido al menos tan interesante como Mulder. En mi estudio tengo ese poster: el de I Want to Believe. Saludos. Borgo.

La Novia era yo. dijo...

Me encanta su post querido Tirador, soy super fan de X Files y como ya sabe mi episodio favorito es "Pusher", Dana es genial pero me gusta mas Mulder porque como dicen en mi barrio: "Está to bueno"...jajajaja.
Bromas aparte X Files está tan bien escrita y supone un alarde de guión tan extraordinario que solo despues de visionar las nueve temporadas completas uno se hace una idea total de la magnitud del fenómeno.
Por otra parte sus simpatías hacia la agente Scully son por todos conocidas, así que este artículo era esperado por todos.
Un fuerte abrazo.
Y por supuesto .... I Want to Believe....

El Tirador Solitario dijo...

Hola Miquel, y gracias, la verdad es que Dana es la otra mitad de los X-Files, desde luego.
Y por cierto, en mi biblioteca, tengo enmarcado también ese póster...

Ya sé, Novia, que es usted super fan de los X-Files; ese episodio que comenta es portentoso. A mí me resulta difícil señalar sólo uno. Siempre me ha encantado El Matraz de Erlenmayer, con el que termina la 1ª temporada, o la conclusión/inicio de la 2º-3ª con esos de Anasazi/Camino Bendito/Operación Pisapales o aquel de Truco, o Más allá del mar, o tantos, tantos otros...

Y por supuesto, yo también quiero creer...

Layna dijo...

Me ha gustado este post dedicado a la carismática Dana. Ella junto a Mulder formaban un equipo genial. Me encantaba Expediente X, era mi serie preferida en la época. La frase I Want to Belive siempre me recuerda a Expediente X pero es puede aplicar a muchas situaciones de nuestra vida terrenal

El Tirador Solitario dijo...

Muchas gracias, Layna. a mi siempre me ha fascinado Dana Sculy, por todo lo que transmite ese personaje,(aparte de lo guapa y lista que es).

Y lo que estamos todos de acuerdo es que nos encanta eso de I Want To Believe, que sirve para tantas cosas, Layna...

Marcos Callau dijo...

Esa mirada puede salvar muchas vidas, tirador. Nunca he seguido la serie de Expediente X pero he de reconocer que el video de homenaje a Dana es muy bueno. Por un momento me había creído que dedicabas una entrada a Dana Andrews. Un saludo.

Jlin dijo...

Estupendísima (que diría Ned Flanders) biografía de la agente Scully.
Esta es una de "mis series" la disfrute durante 9 años y la sigo considerando una auténtica genialidad con dos protagonistas muy bien trabajdos y complementarios que sentaron cátedra. La única pena fue el final, ese doble episodio me dejo un mal sabor de boca por chungo.

Pepe Cahiers dijo...

De manera que esta buena mujer le salvó la vida. ¿No sería cuando un Ovni le pasó cerca de su coronilla y amerizó en la alberca de su plantación platanera?.

Clementine dijo...

Esperaba en este blog, antes o después, este pedazo de artículo sobre tu adorada Dana. Pero no por ello me dejas menos alucinada, esa es la palabra. O medio abducida.
Muy bueno, Tirador, ¿para cuándo la enciclopedia?

El Tirador Solitario dijo...

Usted si que me comprende, amigo Marcos, ja,ja,ja.
Por cierto, al referir lo de Dana Andrews, me he acordado de aquella escena de Historias de la Radio, cuando los críos van comentando sus actrices favoritas, y uno dice "¡Dana Andrews!" , y los amigos le comentan que Dana Andrews es un actor, y el pobre crío dice "¿Y no es una chica llamandose Dana?".
Un abrazo.

Gracias Jlin; mira yo no soy tan duro con el episodio final, porque sin tener el nivel de las cinco primeras temporadas me parece un final digno (sobre todo enmarcado en la novena que es la más floja, creo).
Más me decepcionó el segundo largometraje, que anda que no tuvieron tiempo de prepararlo, y aunque sólo la vi en el cine, me dejó más que frío, helado...

¡Gracias Lady Clementine! la verdad (está ahí fuera) es que Dana es un personaje con tales matices y de una riqueza que da para un buen ensayo. Enciclopedia no sé, pero ahí puede haber tema de trabajo...

No lo veo en forma Sr. Cahiers. Ya sabe usted que lo mismo soy un fino estilista que un duro fajador, y además con buen juego de piernas; es decir que encajo bien sus invectivas, sobre todo si tienen la agudeza que a veces utiliza. Hoy no ha sido el caso.
De todos modos si me animo a preparar ese ensayo que le comentaba a Clementine, le prometo que habrá en el epílogo un episodio inédito de los X-Files (que no apócrifo), y a lo mejor sacia usted su curiosidad...

natsnoC dijo...

Nunca he sido fan de Expediente X aunque lo he intentado varias veces, empujado por el entusiasmo de varios de mis mejores amigos.

Nada.

Y eso que me encanta la ciencia ficción, fantasía y temáticas por el estilo.

Pero nada, de nada.

Y lo siento, porque habia días que no podía participar en la conversación.

Por cierto que no sé si habrás visto "Californication" en el que el personaje de Duvochny contrasta tanto con Fox Mulder que parece hasta sacrílego... pero es divertidísimo.

Pepe Cahiers dijo...

Acepto su comentario, pero si sigue usted acusándome continuamente de soltar bramidos y de falta de agudeza, construiré una especie de frase-sello que diga: "Maravilloso artículo. Usted siempre nos sorprende querido Tirador". Voy a ponerme en forma, no sea que me retiren mi blog por mala calidad. Que usted lo pase bien caballero...

El Tirador Solitario dijo...

Pues nada, nastnoC, si no te gusta... pues nada, pero lo mismo los episodios que has visto no han sido los apropiados, o vaya usted a saber...
No he visto la serie esa que me comentas, y sí se que ha tenido un gran éxito; a veces pasa que actores que no quieren verse encasillados hacen papeles totalmente contrarios a la idea que tiene de ellos el público...

Sr. Cahiers, no era consciente que el asunto de los bramidos iba a afectarle tanto. Si es así, le prometo no volver a hacer referencia a ese delicado asunto, aunque comprendo que no pueda controlar sus nervios, pensando en el inminente post Eurovisivo...

Jlin dijo...

Yo la segunda película no la vi, no me llamaba demasiado la verdad; y aunque respecto a la trama central las últimas temporadas son las más flojas creo que tienen episodios sueltos, de esos que van al margen de la trama, autenticamente geniales. Tend´ré que revisitar el epidosio final en cualquier caso.

natsnoC dijo...

No digo que no puedas tener razón, pero creo que mi oportunidad con Expediente X ya pasó. Y sobre la Scully, pues tenemos pendiente el duelo ese.

El Tirador Solitario dijo...

Entiéndeme , JLin, no digo que fuera el final que merecían los XFiles, pero es potable, y a lo mejor debo revisar la segunda película, aunque salí del cine algo tocado; y sobre todo, volver de nuevo a esos episodios sueltos que comentas, porque si es verdad que al convertirse Mulder en el "Ausente" en las dos temporadas finales eso lastra...

Será un placer, amigo nastnoC; yo propongo Alhambra 1925, y continúo con Zlaty Bazant..

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